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Mostrando entradas de 2012

De la futilidad del Ser venezolano.

Escuchando una orquesta juvenil de música venezolana en el marco de un festival de voz universitaria, pensaba en lo que significa ser venezolano. Un gentilicio que cobra vida en los momentos en que se escucha un ritmo llanero bien recio, cuando algún venezolano deportista, músico o escritor, consigue alguna cosa que nos haga quedar bien parados ante el mundo -como siempre, viviendo de apariencias, ya lo había observado Cabrujas-, pero que así como llega se va y nos sume en la cotidianidad. ¿Qué queda la mañana siguiente después que alguna Miss Venezuela gana la corona del reconocido certamen, Miss Universo? El triunfo es de ella, ¿con qué triunfos COTIDIANOS nos topamos como país, de camino a nuestras respectivas rutinas? Ser venezolano se diluye entonces en una cantidad de inconformidades, frustraciones y quejas por nuestro estado deplorable de vida. Y entonces la culpa la tiene siempre un tercero, nunca nosotros como individuos. Somos unos ciudadanos que hemos convertido el ser vene

Tchaikovsky, su Obertura Fantástica "Romeo y Julieta." Sobre el significado de la misma en su contexto de producción. (I)

Peter Ilich Tchaikovsky nació en Votiusk, una provincia de Rusia en el año 1840. Pese a que se crió en un entorno que lo predispuso positivamente a la música, no fue sino hasta que cumplió veinte años que se apropió de ella como razón de su vida y se convirtió en el maestro compositor que hoy conocemos.  Aunque formado musicalmente en época posterior a la corriente artística del Romanticismo, no puede negarse que es heredero de ésta, y todas sus composiciones dan cuenta de esto en su carácter más esencial, formal y temático. Su personalidad, sus vivencias, su manera de ver la vida, lo ubican en el papel del solitario romántico tan propio del movimiento artístico.  La Obertura Fantástica Romeo y Julieta, podría ser considerada como su primera obra compuesta, en 1869, cuando tendría alrededor de treinta años ya. La idea surgió de un amigo suyo, líder  del grupo conocido como El grupo de los cinco, compositores rusos de pronunciada tendencia nacionalista, Mili Barakirev, que le plan

De esas cosas que tienes que construir día a día.

Pienso en el malestar que tenía hace unos días. Estaba llena de preguntas, de por qué’s, de para qué’s. Por un momento tuve la tentación de sentirme molesta conmigo misma por estar así cuando días atrás estuve tan estable, tan chévere. Existe un hecho con las separaciones y con todo el dolor que ellas dejan detrás: la recuperación se construye día tras día. Es un trabajo de aceptación, y se requiere fuerza para aceptar que lo que era ya no es, de modo que es un trabajo de fuerza. Pensaba en el hecho de que había conseguido un poco de tranquilidad al llegar a una concesión donde me consolaba; pensaba en la compañía que tuve y me lamentaba no tener esa compañía en ese momento en que me sentí tan mal. Pero me fue necesario aprender que la compañía externa no siempre va a estar, y entonces toca echarle una valoradita a la compañía que nos hacemos nosotros mismos. Por otro lado también he aprendido que preguntarse una cantidad de cosas no sólo No traerá tranquilidad ni alivio —por el ev

De cómo el existencialismo surge en el esquema literario occidental de principios del siglo XX.

Se ha revisado en las secciones anteriores, la ruptura de los esquemas y patrones artísticos-literarios del siglo XIX con los del siglo XX, y cómo éstos responden principalmente al cambio que se da en el hombre y a su búsqueda incansable. En este estadio del pensamiento del hombre, cuando se deja atrás una etapa y otra se abre, hay una fuerte tendencia al nihilismo, y éste cobra fuerzas en el surgimiento del Existencialismo como postura filosófica ante la vida, y esta postura filosófica llega hasta los ámbitos de la literatura y produce dos obras sobre las que se reflexionará en los siguientes párrafos: La náusea de Jean Paul Sartre y El extranjero de Albert Camus.  No siempre la presentación de lo cotidiano mediante formas innovadoras, es la característica principal de la literatura del siglo XX en relación a su diferencia con la decimonónica. Como ya se ha escrito más arriba, hay tantas manifestaciones literarias como características personales de los escritores. La deform

De cómo el hombre vuelca la mirada sobre sí mismo.

Aunque mantienen una relación precaria con la ficción como elemento principal de la literatura, los autores del siglo XIX son vehementes en la insistencia de los defectos del orden social. Asimismo insisten en la decepción, todavía incipiente, del hombre ante una promesa de progreso que ha derivado en la alienación del hombre, la reducción de éste a esquemas, lineamientos, convenciones sociales y a una conducta intachable. La contradicción que se produce de coartar la libertad que el hombre ha adquirido a precio de sangre y vidas inocentes, y que, paradójicamente, se ha vuelto la principal causa de sus restricciones, puede observarse en los personajes anómicos que protagonizan las grandes obras del siglo XIX: Madame Bovary, Werther, el doctor Victor Frankenstein, Dorian Grey, y cómo éstos no pueden ceñirse a las reglas, cómo hay algo en ellos que no está bien, que pasa los límites impuestos por las convenciones sociales, por la moral, por la ética. El hombre poco a poco deja de bus

De cómo Literatura y Ficción no parecían estar emparentadas.

En la entrada de hoy escribiré un poco acerca de un cambio en el paradigma de la literatura occidental que me fascina increíblemente: se trata del paso de la literatura occidental europea del siglo XIX al siglo XX, con todos sus cambios, variaciones, reformas; en otras palabras, la literatura en el siglo XX se reinventa totalmente respecto a lo que vino siendo durante todo el siglo XIX. Comenzaré describiendo grosso modo  una tendencia generalizada de la literatura occidental europea en este siglo. La literatura producida a lo largo de buena parte del siglo XIX estuvo fuertemente influenciada por los descubrimientos y avances tecnológicos de la época. Fueron estos años los del auge de las ciencias naturales, físicas; nace en el hombre occidental europeo del siglo XIX la inquietud de explicar todo lo que ocurre a su alrededor mediante métodos lógicos y racionales. La racionalidad es, entonces, elemento clave para entender este período de la historia. Las manifestaciones artísticas n

De esas batallas donde uno se rinde.

Leía en estos días una cosa que escribí hace tiempo. El escrito era en realidad bastante bonito, bastante rosa; de hecho, algo así se titulaba: “Un poco de rosa...”, pero la cosa que leí y que me motiva a escribir aquí, así como el efecto dominó, funciona como la primera pieza que desencadena la caída de las demás, así, en mi mente, esta cosa desencadenó el pensamiento de lo demás: yo había creído en ella y ella sólo me había fallado . Esa oración enunciada tan sencilla, tan llanamente, reflejó con exactitud mi conflicto de cierta época lejana; momento de profundo dolor, abatimiento y decepción. Afortunadamente yo no me quedé ahí, decidí sobreponerme al dolor y al miedo, y volver a reconstruir mis ilusiones, mis sueños. Desafortunadamente, hay personas que concentran en esa oración enunciada tan sencillamente, tan llana, todas las energías de su vida, y entonces dejan de luchar. No hay cosa peor que dejar de luchar. Luchar es sinónimo de estar vivo, de tener algo de sangre caliente

¿Por qué la poesía? Parte II

Comienzo por aclarar que este intento mío de reivindicación de la poesía, responde a una problemática más de tipo interno que externo; es decir, no pretendo reivindicarla ante los ojos de los demás, sino ante los míos, y quizá así pueda defenderla con vehemencia de las embestidas que sufre en el sistema educativo venezolano en el que se forman las nuevas generaciones. Pasado este punto, retomo el aspecto que dejé nombrado en la entrada anterior en referencia a la poesía: su aspecto lingüístico; aspecto, además, que pretendo explique de la manera más pragmática posible el por qué de la poesía.  Ya aquí no se trata de elevar pensamientos y enunciar grandes razones ideológicas y filosóficas detrás del poeta, sino más bien es desnudar la materia con la que éste trabaja, materia que además usamos todos a diario, oralmente o por escrito, para comunicarnos. Porque visto desde la sabiduría popular: "no es lo que usas, es cómo lo usas." Del mismo modo la lengua en sus dos grandes u

¿Por qué la poesía?

Pensando en estos días, recordaba un encontronazo que tuve hace unos meses con mi profesor de poesía (un poeta de oficio, de práctica, de pasión). Y es que cuando se estudia una carrera como la que yo estudio, la tendencia es a lo más "sencillo", lo más conocido: la narrativa. Ahora bien, ¿por qué la poesía? Y esta es una pregunta que me he hecho durante mucho tiempo.  Es del conocimiento general y popular que cuando se está enamorado la tendencia es a poetizar el mundo, poetizar la experiencia amorosa, poetizar, poetizar, pero ¿qué es poetizar? Ahora, volviendo al recuerdo del encontronazo, es irónico pensar que actualmente amo sus clases, y que incluso al concluir las sesiones que nos tocan me quedo platicando con él, alimentando cada vez más la razón, entiéndase, razón, de por qué la poesía. Y hago insistencia en que es la razón, la que me ha alumbrado, por encima de la emoción de estar enamorada. Parto de mi propia experiencia, parto de mi vivencia como escritora novel

Breve introducción.

Mi experiencia es la de una chica que ha pasado cinco años como ratoncito de biblioteca, encerrada detrás de varios (diversos, distintos y bastantes) libros al mes. Es una experiencia -ha sido- agotadora, pero altamente gratificante. Hasta esta última semana, o más específicamente hasta hoy, me he sentido un tanto reacia a los blogs, pero nunca es tarde para decidirse, y una escritora en construcción es lo que me considero, escritora que espero tenga sus altos pero que siempre esté en construcción, que de eso va la vida, de construirse todos los días un poquito. De manera que me zambullo y me sumerjo en la experiencia bloggistica (no sé si así se escriba), como una de las tantas maneras en que busco abrir nuevas experiencias, gama de experiencias y abanico de oportunidades en el cierre de un ciclo, de una etapa. Aquí y así finalizo esta introducción que se prometió breve en el título.