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Mostrando entradas de mayo, 2015

El imperio de lo Absurdo.

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    Recientemente presencié una escena colegial que me dejó sumida en los más singulares pensamientos, muchos de los cuales van encaminados a tratar de considerar las cosas desde una perspectiva lo más objetiva posible.      No es la primera vez que observo, en mi corta labor como docente, el inconsciente e injusto trato que el adulto le prodiga al joven estudiante. Es inconsciente puesto que está cargado de exigencias hipócritas: le exige honestidad al adolescente, cuando él mismo no lo es. Le exige respeto, cuando él no lo da. Le exige sumisión y obediencia ciega, cuando él mismo no es capaz de darla, a nadie, bajo ningún concepto, y se rebela en su fuero interno con indignación si otro adulto se la exigiera.      Es injusto porque producto de la inconsciencia antes señalada, el adulto castiga al estudiante en proporciones desmesuradas que no solucionan sino que empeoran la situación.      Ambos elementos estuvieron presentes ayer en la escena colegial de la que fui testigo. Y

Eso llamado amor.

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Con agrado y cada vez más emoción observo en las últimas películas animadas que la industria del cine nos ha vendido (Brave, Frozen, Maleficent -aunque esta última no entra en la categoría de película animada, tiene en esencia un mensaje similar a las dos anteriores) un acercamiento a ese enigma universal llamado Amor, que se aleja del paradigma convencional del amor de pareja. Y es quizá ese acercamiento distinto, lo que ha esclarecido el enigma de Eso llamado Amor.  Me quedo con una de las canciones de Frozen en la que se menciona que el amor es "una fuerza poderosa", y tal lo parece, lo suficiente como para romper maldiciones milenarias. En el caso de la mencionada película, fue el amor de Anna por su hermana Elsa, lo que permitió que el don de ésta se convirtiera en algo extraordinario que le llevó a comprender que podía revertir el daño que había hecho en su reino, al dejarlo sumido en un invierno que parecía eterno. Anna, por su parte, aprendió cómo el amor es capaz de

El retorno..

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Hay voces que se atascan entre cuatro paredes de concreto, y hay otras que se elevan por encima de las ondas sonoras.  La voz que viene de adentro, esa que no dice nada audible aunque es capaz de levantar imperios enteros y derrumbarlos al mismo tiempo, esa que ha estado tanto tiempo atascada entre cuatro paredes de concreto, es esa la que quiere elevarse por encima de las ondas sonoras.  Mucho tiempo alejada de este medio estuve, y en ese tiempo la necesidad de revivir este blog me visitó una y otra, y otra, y otra vez. No es la necesidad de desahogarme (que para eso tengo mi diario), sino más bien compartir pensamientos -de esos intensos- que me visitan, y así hacerle honor a ese adjetivo con el que mucha gente últimamente se ha dado a la tarea de calificarme: Intensa.  Porque intensa soy y lo abrazo, intensa y profunda. Me cuestiono por el sentido de casi todo, aunque tengo mis días de descanso.  Porque intensa soy y lo acepto.  Porque intensa soy y he retornado.  *Entrada de