Tchaikovsky, su Obertura Fantástica "Romeo y Julieta." Sobre el significado de la misma en su contexto de producción. (I)


Peter Ilich Tchaikovsky nació en Votiusk, una provincia de Rusia en el año 1840. Pese a que se crió en un entorno que lo predispuso positivamente a la música, no fue sino hasta que cumplió veinte años que se apropió de ella como razón de su vida y se convirtió en el maestro compositor que hoy conocemos. Aunque formado musicalmente en época posterior a la corriente artística del Romanticismo, no puede negarse que es heredero de ésta, y todas sus composiciones dan cuenta de esto en su carácter más esencial, formal y temático. Su personalidad, sus vivencias, su manera de ver la vida, lo ubican en el papel del solitario romántico tan propio del movimiento artístico. 
La Obertura Fantástica Romeo y Julieta, podría ser considerada como su primera obra compuesta, en 1869, cuando tendría alrededor de treinta años ya. La idea surgió de un amigo suyo, líder  del grupo conocido como El grupo de los cinco, compositores rusos de pronunciada tendencia nacionalista, Mili Barakirev, que le planteó la posibilidad de trabajar una obra musical con base al tema de la obra de Shakespeare; Tchaikovsky, como nobel compositor aceptó la sugerencia, e incluso aceptó las ideas bastante formadas que Barakirev tenía en cuanto a cómo realizar la pieza musical. Se cuenta en torno a la composición de esta obertura que Tchaikovsky, aunque al comienzo entusiasmado por la idea, poco a poco empezó a decaer y a sentirse insatisfecho de lo que estaba componiendo; es entonces cuando aparece el motor que le impulsa a finalizar lo que ya había comenzado: la cantante lírica Desirée Artot desaparece de su vida sin dejar explicación, luego de haber hablado sobre un posible matrimonio entre los dos, y no pasa mucho hasta que se entera que se había casado con otro hombre. Profundamente apenado por este hecho, Tchaikovsky recurre a la música y se sumerge en la composición que venía haciendo de la obertura, plasmando allí toda su tristeza y logrando llevarla a término en 1869 para presentarla en 1870.
Respecto a la estructura de la obra, ésta se adapta al estilo de la forma sonata, muy empleado por los compositores románticos. La forma sonata corresponde al primer movimiento de una sonata, donde pueden observarse tres fases: la exposición, que presenta el intercambio de dos o tres tema, unidos por un puente y a veces finalizados por alguna coda; el desarrollo, donde hay un retomar de estos temas con mayor y menor parecido, y la recapitulación de éstos, con alguna coda. En la obra de Tchaikovsky hay además una introducción musical breve y se pueden escuchar dos temas claves: La situación de confrontación entre las familias Montesco y Capuleto, y el romance idílico de Romeo y Julieta con su desenlace trágico. Hay algunos análisis que ven un tercer tema representado por el fray Lorenzo y que se desarrolla al principio de la obra. Trazos del estilo romántico pueden observarse también, adicional a la estructura musical —tomada de las formas del Romanticismo, aunque reelaborada— en el tema que le da nombre a la obra, y la manera notoria de destacar los matices musicales que le dan intensidad a la obra. Aunque respecto al tema que le da nombre a la obertura, es importante destacar que la pieza no funciona como una temática donde se resaltan eventos específicos de la obra, sino más bien extrae del texto de Shakespeare la esencia: el amor, la tragedia, la querella, y los conjuga todos en una composición de dieciocho, casi diecinueve minutos de duración. La Introducción de la obra va guiada por los instrumentos de viento; esta introducción presenta una melodía que después tendrá ecos en el desarrollo de la obra; se ven complementados los instrumentos de viento por los cellos, las violas y el arpa hace cadencias semejantes a una cortina. El primer tema es introducido por las cuerdas en pizzicato, los instrumentos de viento desarrollan el tema, que se configurará más adelante y crecerá convirtiéndose en el tema de fondo. Puede representar la querella que separa a las familias Montesco y Capuleto. Se retoma en esta parte la melodía de la introducción  y comienza la percusión a darle paso a los violines, en una pelea que se desarrollará entre violines y metales, funciona como una suerte de contrapunteo o fuga. Es aquí cuando se desarrolla una melodía intensa, de combate, como de lucha, ahora sí funcionará la lucha entre instrumentos, son las cuerdas y flautas jugando entre ellas, a través de ecos, y unos violines en obstinato al fondo de la melodía principal que se desarrolla entre cellos y flautas. Después comienza una verdadera batalla, acentuada por la percusión y los platillos, para repetir el tema en gradaciones intensas. 
Luego de esta intensidad musical llega la introducción del tema amoroso, desarrollado por los instrumentos de viento, las violas y los violines en un tono bajo, quedamente, casi con timidez. Después de presentar el tema segundo o tema amoroso, se retorna al primer tema mediante un puente, partiendo de una melodía tranquila y serena para turbar poco a poco el ambiente, crecerla, aumentarla, entre las cuerdas, los instrumentos de viento y los metales. Primacía de las trompetas, flautas, violines y cellos. Tema de batalla intensa aumentada por la introducción de los platillos y la percusión. Entonces, después de habernos presentado un esbozo del tema romántico, se retoma con toda la energía que trae el tema anterior, esta vez partiendo de un tono medio que poco a poco crece con los violines y las trompetas, se transforma en algo grande, intenso, apasionado. Este tema tiene su primera variación intensa y luego regresa a la forma del tema 2, hasta alcanzar cimas emotivas y musicales difícilmente olvidables. Entonces aparece una coda al tema amoroso, tomando influencias del tema 1. Aquí la melodía parece haberse transformado en algo lamentable, se desdibuja, distorsionándose, convirtiéndose en algo muy distinto a lo que comenzó siendo, como sintetizando todo lo que hasta ahora nos ha presentado; reminiscencias del primer tema, el de la confrontación de Capuletos y Montescos, alguna que otra sugerencia de la melodía de Fray Lorenzo, el tema romántico totalmente aplastado, diluido en la intensidad del vértigo musical, muerte de los personajes, primero Romeo y después Julieta. Se anuncia entonces el final musical, en tonos pianos, para luego crecer con un apoteósico cierre.


Comentarios

  1. Respuestas
    1. Gracias por la corrección. Ya voy a hacer la modificación correspondiente.

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  2. "Aunque formado musicalmente en época posterior a la corriente artística del Romanticismo"?
    Como es eso? si el Romanticismo abarcó todo el siglo XIX?

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