Propósitos para la nueva década

          En este cierre de década, para aquellos que nos guiamos por los calendarios tal como afirma la RAE que estos funcionan, he decidido darle un giro definido a mi blog. 
          Siempre he estado escribiendo a la deriva, sin un rumbo fijo ni un objetivo concreto. Quizá eso deviene de mi consideración del mundo cibernético como uno donde "no vale la pena tener un objetivo claro". No obstante, maravilla de la vida, uno puede siempre pasar la página a los despropósitos y considerar las cosas desde una perspectiva diferente. Es en este contexto que enmarco mis objetivos para el presente blog en 2020, de cara al cierre de una muy productiva década para mí.  
Año nuevo 2020. Autor: Viktor Hanacek
          Tengo ya treinta años y a estas alturas he descubierto muchas cosas sobre mí, por ejemplo qué quiero hacer con mi vida en los siguientes treinta años que vendrán. Tengo experiencia del mundo suficiente como para embarcarme, no sin miedo, en la consecución de las necesarias acciones para ir a donde quiero, y sé que una de esas cosas que quiero hacer es escribir. Sí, escribir mucho y con orden, con estructura y con un objetivo puntual. 
       Además de escribir, considero que todo buen escritor se alimenta de leer, leer mucho, leer variado, leer como una manera de alimentar su curiosidad por la vida, por el mundo, por los fenónemos que le rodean. Es en este sentido que esta escritora en construcción proseguirá su camino de construirse (valga toda redundancia y familias de palabras del sustantivo secundario que le da nombre a este blog) a través de la re-construcción de obras, libros y textos críticos que ha leído en los últimos meses. 
          Compartiré con ustedes mis lecturas (con una muy breve síntesis, a modo informativo), pero lo más importante serán las consideraciones y reflexiones que en torno a los libros surgen y me alimentan en ese proceso maravilloso de la lectura de engendrar, dar a luz y madurar pensamientos que empiezan a hacer de tu mente lo que se convierte al cabo del hábito de mucho leer: una mente curiosa, inquisidora, ávida de conocimientos y de información. 

Presentado de esta manera mi propósito de fin de década,
¡Manos a la obra!

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