A propósito de las legalizaciones de matrimonios homosexuales.

Y sí, este es un tópico que en algún momento iba a tocar puesto que forma parte de mis creencias, de mis pensamientos, actitudes, gustos y de quién soy. Sin embargo, en esta ocasión no lo haré de manera directa sino colateral. Hay una página que me resulta interesante y enriquecedor (y que en lo que termine de redactar esta entrada voy a colocar entre mis páginas seguidas y recomendadas), que tiene una perspectiva religiosa que desafía la religión. El único detalle para mis lectores hispanohablantes confinados al español, es que está en inglés. 
Sin embargo, lo que copiaré acá es la traducción de una de las entradas que más me impactó (pues se parece a mi propio pensamiento) en torno al debate surgido por la aprobación de los matrimonios homosexuales en Estados Unidos. El contexto es norteamericano, y los evangélicos a los que se dirige el autor, son norteamericanos también. Sin embargo, mucho de eso salpica a los evangélicos de todo el orbe, y por eso decidí traducirlo: es un artículo que vale la lectura.
Aquí está el enlace al artículo en su idioma original: To my evangelical friends upon the legalization of gay marriage.


A mis amigos evangélicos con motivo de la legalización del matrimonio homosexual.

Queridos amigos evangélicos,


            Como deben haber escuchado, temprano el día de hoy la Corte Suprema anunció una victoria 5-4 a favor de los que apoyan el matrimonio igualitario y en contra del partido evangélico. Les imploro que den un paso hacia atrás un momento para que puedan ver esta situación desde una óptica distinta de aquella a la que están acostumbrados.
            Los porristas del Partido Evangélico han tenido a todo el mundo exaltado como la espuma contra este tema, pero sospecho que mucho de su celo ha estado fuera de lugar. Durante las últimas dos semanas hemos tenido noticia de unos esposos en Australia que dijeron que se divorciarían si el matrimonio gay es aprobado por su gobierno; hemos leído de un pastor que en esencia se ofreció a ser quemado o a ser fusilado para prevenir que eso ocurriera, y Glenn Beck ha dicho que tiene más de diez mil pastores a su cargo, dispuestos a morir para resistirse a este único cambio respecto al matrimonio. ¡Hey, detengan sus caballos ahí, amigos! ¿Podemos dejar a un lado los excesos por un segundo y hablar algo sensato acerca de esta situación? ¿Por favor?
            Yo sí veo en efecto una o dos derrotas para ustedes en este resultado, pero también veo algunas que son imaginarias y me gustaría ofrecer mi perspectiva acerca de cuáles pertenecen a cuál renglón.

Cuatro direcciones en las que NADA cambiará.

1-    Nadie te va a volver gay.  Ahora que la Suprema Corte de los Estados Unidos (SCOTUS) finalmente ha declarado que la discriminación contra personas a causa de su orientación sexual viola sus derechos básicos, eso no significa que tú tengas que convertirte en un gay. Esta aprobación del matrimonio homosexual a nivel nacional no significa que tú tengas que casarte como si fueras homosexual, ¿okey? Así que saquemos eso del camino primero. Esto tampoco significa que tú no puedas seguir enseñándole a tus hijos a juzgar a otras personas por su orientación sexual. Tú todavía eres libre de hacer eso sin importar nada más. Es tu derecho. Es parte de tu religión (o al menos de la manera particular en la que vives tu religión, pero mejor no le preguntes a otras personas de tu religión que no ven ese asunto de la misma manera), de forma que el gobierno de Estados Unidos no te va a quitar eso, te lo prometo.
2-    Los pastores no serán obligados a casar gente del mismo sexo. Gracias a la misma Primera Enmienda que impide que tu religión se apodere de la vida de otras personas, aquellas iglesias que no aprueben esto, van a continuar siendo libres de reprobarlo —y de hablar públicamente acerca de su reprobación— todo el tiempo que les importe este tema. Digo más, porque esa protección constitucional le ha otorgado a las iglesias el poder de rechazar unir en matrimonio a cualquiera que ellos quieran a pesar del nuevo avance nacional en la lucha por los derechos civiles. ¿No quieren casar una pareja interracial? Ese es su derecho. Siempre lo ha sido, siempre lo será. Sus iglesias seguirán siendo libres de rechazar tantas clases de personas y tipos de relaciones como quieran. Esta es una protección bien establecida que no cederá, sin importar cuántos que están en desacuerdo con ustedes desearían que cesara. Incluso si alguien trata de llevarlos a la corte por esto en el futuro, fracasará porque la protección constitucional que ustedes tienen anula su visión personal. Así es como funciona.
3-     Ser cristiano no se convertirá en algo ilegal. Siempre hay oportunistas esperando encender el fuego del complejo de perseguidos que tienen los cristianos, y en ese sentido Mike Huckabee continúa vociferando advertencias de que una vez y a la gente de la comunidad GLBT se les concedan los mismos derechos que al resto de nosotros, el gobierno empezará a meter gente en la cárcel por oponerse abiertamente a esta medida. Él continúa aprovechándose de los miedos irracionales que tienen los cristianos de que su fe sea perseguida como lo fue en los días del Imperio Romano bajo un sistema de gobierno completamente distinto al norteamericano. Huckabee solía recorrerse todo el Estado de Arkansas, pero honestamente no sabría decir si es que de verdad él no sabe cómo el gobierno norteamericano funciona, o si está siendo intencionalmente deshonesto para llevar a sus potenciales votantes al frenesí y así obtener sus votos. De cualquier manera, no deberían escucharlo porque los está engañando.
4-    Dios No va a destruir a los Estados Unidos. No puedo decir si mis amigos cristianos seriamente creen que esto va a ocurrir, aun cuando ellos son expertos usando expresiones retóricas y figuradas. La mayoría de los evangélicos norteamericanos que conozco, sin confesarlo, se sienten profundamente excepcionales, lo que les lleva a creer que Dios necesita a Estados Unidos de una forma en que le impediría a Él acabar con nosotros. Pero incluso las personas que están libres de esa noción, no se percatan que la misma Biblia apunta otros pecados como la causa de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Ezequiel (16:49) dice lo siguiente:

“Tu hermana Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía e indiferencia hacia el pobre y el indigente”.

            Qué gracioso, tú nunca has escuchado que esas sean las razones que los evangélicos dan cuando profetizan nuestra inminente destrucción. E incluso cuando Jesucristo amenazó un lugar con sufrir el mismo destino de Sodoma y Gomorra, aparentemente no tenía nada que ver con la orientación sexual de sus habitantes, y tenía todo que ver con su falta de hospitalidad y servicio (Mateo 10:14-15).
            Ahora, obviamente como ateo que soy, de verdad no estoy esperando que caiga fuego y azufre del cielo que consuma a Estados Unidos ni a cualquier otro país por este asunto. Pero no estoy tan lejos de mi crianza e ideales evangélicos que no pueda recordar cómo pensar del modo Bautista. Incluso cuando vuelvo a los preceptos de la fe que seguí y lo miro desde esa perspectiva, no puedo ver cómo este tópico, por encima de otros asuntos morales merecería que cayera fuego del cielo. Como sigo diciendo, para algunos parecería que el asunto más importante que tienes es lo que haces con tus genitales. Incluso en mis días como devoto, no podía ir con esa manera de considerar a las personas. Se siente increíblemente deshumanizante y reduccionista.
            Muy bien, ahora que me he sacado estas cosas del pecho, aquí hay unos cuantos asuntos que sí creo que puedan legítimamente preocupar a los cristianos, y la iglesia evangélica tendrá que luchar contra estos inevitables ahora que la igualdad matrimonial se ha convertido en la ley de la nación.   

Cuatro cosas que Realmente cambiarán.

1.      A los negocios prósperos a cargo de cristianos ya no les será posible discriminar a causa de la orientación sexual de las personas. ¿Puedes detenerte un momento y reconocer la diferencia entre un negocio y la iglesia? Las reglas y protecciones para cada uno son diferentes, aunque no puedo decir que te culpo por fallar a veces en ver la distinción. Con iglesias y pastores recaudando billones de dólares al año (todo libre de impuesto), y escuelas y negocios haciendo cumplir las creencias religiosas de los dueños sobre sus empleados, las líneas se vuelven bastante borrosas. El punto central es que mientras una organización funcione y opere con fines de lucro, se mantiene bajo las leyes federales de negocios reguladas por el estado, lo que significa que no son libres de discriminar con base a la raza, credo e incluso (desde este punto en adelante) orientación sexual.
2.      La opinión pública negativa en torno a las iglesias que se oponen a estas uniones matrimoniales se hará sólida, ubicándote a ti en el lugar perdedor de la guerra cultural que se ha venido desarrollando en este tema. Ahora estamos llegando al corazón del asunto para los evangélicos. La derrota de hoy en Obergefell vs. Hodges, señala que la opinión pública se ha movido de la visión evangélica tradicional, y sirve como un emblema del mar de cambios que han venido anticipando, y lamentando por décadas. Más allá, esto indica que el Evangelismo ha perdido algunas de sus opresiones sobre la cultura que les rodea de tal manera que ahora aquellos que se opongan a este cambio serán mirados como menos por los que se supone que deben estar por debajo, no por encima. Así lo admitió el presidente del Seminario Bautista del Sur Al Mohler. Aquí está lo que él dijo:

“Seamos honestos, no hay realmente peligro en que un sheriff aparezca y diga: ‘tienes que hacer esto’. Hasta donde sé, ningún pastor ha sido demandado exitosamente por negarse a casar a alguien en otras tierras. Ese no es el verdadero peligro. El verdadero peligro es que vamos a pagar un enorme precio social y cultural por no realizarle una ceremonia a dos personas del mismo sexo. Vamos a ser considerados moralmente deficientes. Tenemos que admitirlo. Estamos mucho más acostumbrados a ser acusados por ser moralmente superiores. Ellos han dicho que nosotros hemos sido “poco amables”, con el significado de ser mejores que ellos, ahora una gran parte de esta cultura piensa que somos moralmente deficientes. Y vamos a descubrir que esa es una manera muy distinta de estar en el Ministerio”.

3.    En efecto perderás un poco más de tus privilegios. Estoy convencido que la verdadera pérdida para los evangélicos en la decisión tomada hoy, es que señala una pérdida de su poder sobre la cultura dominante, y ese es un poder que han disfrutado por un tiempo muy largo. Como un amigo mío, Mark Caddo, dijo recientemente:

“El problema con haber sido un privilegiado toda tu vida es que [después] que has tenido ese privilegio por tanto tiempo, la igualdad empieza a parecerte opresión”.

            Puesto en términos que a lo mejor serán más comprensivos para mis amigos, te molesta que tus hijos y nietos crezcan en un mundo que acepta como normal algo que se te ha enseñado a creer que es inmoral. ¿Quién querría eso para sus hijos? Honestamente veo cómo puede eso ser irritante. Todo lo que puedo hacer en respuesta a eso es preguntarte: ¿Estás dispuesto a reconocer que ese principio acerca del que te sientes tan seguro puede no ser tan importante para Dios como lo es para ti?  Yo sé que esto se ha convertido en un enfoque primordial en la tradición de tu iglesia, pero tú oraste y buscaste la mente de Dios y le dijiste “que sea hecha tu voluntad”, y esto es lo que resultó. ¿No es posible que esto sea lo que en efecto Él quería? ¿Has olvidado acaso los versículos que dicen?: “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo(Romanos 13:1-2) ¿Crees que esto se aplica también a la Suprema Corte de los Estados Unidos? ¿Predicarás en contra de tu estado y los oficiales locales cuando ellos inciten a la sedición y la anulación como lo hicieron en los días de la guerra civil?
 4. Dentro de cincuenta años los evangélicos dirán que ayudaron a que se reconocieran los matrimonios igualitarios. Lo leíste primero acá. Apostaría mis ahorros a eso (okey, quizá no es decir mucho). Así como las mismas tradiciones cristianas conservadoras que se opusieron a la abolición de la esclavitud hoy reclaman el crédito por hacer que esto sucediera, voy a registrar aquí la predicción de que dentro de cincuenta años las iglesias evangélicas —como sea que hayan evolucionado para ese momento—, reclamarán la victoria de hoy como la suya. Tan pronto como se haya ido el recuerdo en esta generación de toda la amarga oposición que hicieron al desarrollo de esto, los historiadores revisionistas mirarán atrás señalando personas como BrandanRobertson y Mathew Vines, para sustentar el punto de que la iglesia evangélica siempre estuvo al frente del progreso social, pidiendo la inclusión igualitaria de sus hermanos GLBT en el nombre de Jesucristo. Ellos habrán olvidado por completo que en nuestros días eran las iglesias evangélicas las que promulgaron todas las advertencias y hablaron en términos apocalípticos fatales acerca de este cambio en la opinión pública.
            Tomen un profundo respiro, amigos. Todo va a estar bien. Ustedes dicen creer que Dios está al control, ¿no? ¿De verdad lo creen? ¿O están preocupados por tener que hacer que de algún modo eso signifique algo a través de sus acciones? Si su poder sobre el mundo depende por completo del poder nuestro, tal vez necesitan encontrar un Dios que sea más grande. O mejor aún… bueno, ustedes saben, tal vez deban reconsiderar si creen realmente en lo que dicen creer.  
   

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