Días de adaptación con sabor a Venezuela.

Mi primer fin de semana en Ecuador me llevó a recordar que una semana antes, iba a empezar la aventura de esta nueva vida y ya para entonces había tenido la experiencia de perderme en la ciudad. Me parecía que más de una semana había transcurrido, y al mismo tiempo era como que todavía los tenía a todos ustedes muy presentes en mis recuerdos, como si recién los acabara de ver. Ese fin de semana llegaron dos amigas de Ramón y José, y aunque por una parte me lo tomé con la mejor de las actitudes, por otra parte me sentí bastante fastidiada de eso. Traté de socializar en la medida de mis posibilidades, pero cuando activaron el servicio de internet, ya me fue muy difícil integrarme en el grupo que ellos formaron. Me sentía una extraña, y la verdad no hice nada para cambiar ese hecho: no me interesaba. Recuerdo haber pasado las horas sin internet, escribiendo mi novela, y ya cuando pusieron la conexión, aprovechaba de escuchar música...